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FACTORES DE TRANSFERENCIA

Factor de Transferencia Leucocitario

Estimulador y Regulador inmunológico 8 ml 

L- Selectina

​

Desde que nacemos nuestro sistema inmunológico está formado por dos ejércitos diferentes de linfocitos, ellos son:

 

Linfocitos   (B)                   Linfocitos   (T)

 

Los linfocitos B, entre sus funciones son los responsables de censar las condiciones de salud y de todo aquello que pueda molestar, alterar, cambiar o destruir cada una de las 30 trillones de células que nos componen.

 

En otras palabras, los linfocitos B son los bio-policías que navegan por nuestras arterias, recorriendo todo el cuerpo para ubicar micro-organismos, virus, agentes patógenos o incluso células malignas que puedan poner en riesgo la estabilidad y la salud de cada una de nuestras células. Los linfocitos B son los responsables de marcar a todo aquel o aquello que represente un riesgo para cada una de las células. Estas marcas biológicas son proteínas que son agregadas a las membranas de los intrusos en nuestro organismo.

Cabe aclarar que los linfocitos B no destruyen solo

detectan y marcan a los agentes de riesgo de las

salud celular.

 

En cambio los linfocitos T son los encargados de detectar todo lo que marcaron los linfocitos B, de tal forma que conforme van encontrando a los agentes dañinos marcados, el linfocito T los destruye por medio de fagocitosis (se los devora).

Por tanto esta combinación maravillosa biológica permite a nuestro cuerpo mantenerse saludable y lo más limpio posible de agentes peligrosos, sin embargo, tenemos un inconveniente fisiológico que lamentablemente no podemos detener ni tampoco cambiar, y consiste en lo siguiente.

Los linfocitos B y T para hacer sus funciones inmunológicas en nuestro organismo, deben de cumplir una regla fisiológica, ambos deben de estar maduros. Sabiendo de ante mano que la médula ósea es la responsable de fabricar en nuestro organismo a los linfocitos B y T entre otros, cabe aclarar que la médula ósea cuando fabrica los linfocitos B, los libera al organismo maduros, pero no sucede así con los linfocitos T, obligándolos a que ellos tengan una segunda etapa de proceso fisiológico para madurarse.

Esta segunda etapa se da en las glándulas de nuestro cuerpo, pero esencialmente en la glándula que se ubica debajo de nuestro esternón llamada glándula del timo.

Y es aquí donde está el problema ya que esta glándula de 40 gramos de tejido promedio, se mantiene íntegra hasta nuestros 18 años promedio de edad, para después ir sustituyendo sus tejidos por grasa, haciendo que de una manera rápida e irreversible perdamos dos terceras partes de este tejido útil de nuestro timo, para poder madurar a nuestros linfocitos T.

 

La pérdida de estos tejidos de la glándula del timo se da tanto en personas delgadas como obesas, su pérdida lamentablemente es por una deficiencia fisiológica originada por nuestra información genética. Por tanto si tenemos linfocitos B maduros podemos rastrear nuestros peligros de la salud y marcarlos, si tenemos linfocitos T maduros podemos destruir los agentes potenciales que 

pueden destruirnos, pero si bajamos por deficiencia fisiológica el poder madurar la carga de linfocitos T para mantener los niveles mínimos promedio y correctos en nuestro organismo de linfocitos T, vamos estando gradualmente a merced del impacto de cualquier agente infeccioso o de cualquier célula maligna que empiece a atacar a nuestros tejidos.

Así usted podrá entender como una persona de 60 años un simple resfriado se puede convertir en una neumonía a veces con trágicas consecuencias, la explicación del por qué sobra con la explicación anterior.

 

Del mismo modo nuestro cuerpo produce diariamente de 30 a 40 células de cáncer en nuestro cuerpo producto de la sobre oxidación, así como el embate de radiación cósmica que todos los días recibimos del sol y del espacio exterior, ante la inclemencia de nuestro medio, nuestro cuerpo creó un recurso biológico natural para detener los efectos de estos embates, y ese es el sistema inmunológico, los linfocitos T y B detectan y destruyen a las células que tienden a lastimar a otras células como en el caso del cáncer. Si ya no podemos madurar las cantidades suficientes para mantener una población de linfocitos T necesaria para garantizar nuestra salud, ¿cómo podríamos contrarrestar esta deficiencia fisiológica? La respuesta está en el Factor Leucocitario.

Estas ampolletas son un lisado leucocitario  (linfocitos T maduros ) solo basta suministrarse una ampolleta de manera continua para incorporar a nuestro organismo grandes cantidades de linfocitos T maduros que nuestro cuerpo ya no puede producir.

 

El resultado es un gran logro bioquímico, ya que usted agrega a su sistema inmunológico fuerza inmunológica, poder inmunológico, de tal forma que la carga inmunológica que usted incorpora a su sangre es en una cantidad perfecta y óptima como cuando usted tenía su timo al 100% operando a sus 18 años de edad, equivale a que los factores leucocitarios mantienen en su sangre una protección inmunológica, de tal nivel y calidad como una persona de 18 años, no importando la edad que usted tenga.

La ciencia se ha asombrado en comprobar que más del 70% de las enfermedades se han originado o tienen relación con nuestras deficiencias inmunitarias, por lo tanto subir nuestras defensas a un punto óptimo, será defendernos del más del 70% de enfermedades que tiene esta relación. Para comentar algunas de ellas están la diabetes, cáncer, lupus, artritis reumatoide, asma, alergias, enfermedades infecciosas etc.

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Es importante aclararle que el factor del lisado Leucocitario no es un medicamento, por tanto no tiene contra indicaciones con ninguna medicina en tratamiento, es coadyuvante o sea que apoya a tratamientos médicos prescritos y no causa ningún tipo de efectos secundarios. Recuerde que una ampolleta de Lisado Leucocitario,  incorpora linfocitos T maduros originales propios del sistema inmunológico a su cuerpo.

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